viernes, 1 de abril de 2016


                                  Complejidad del reclutamiento de mujeres a traves de las ONG

 

En la mayoría de los proyectos de cooperación internacional financiados por donantes externos en los cuales he trabajado a través de ONG, es curioso lo gracioso que puede ser el hablar de género en algunas circunstancias.


Por lo general tanto a la hora de la escritura del proyecto como en la puesta en marcha de la parte operativa, los responsables tienen que llevar puestas esas gafas especiales que hagan mantener la equidad e igualdad a la hora de dar las mismas oportunidades en lo que al reclutamiento de nuevos puestos se refiere, pero en algunas circunstancias la labor resulta difícil.
En este momento, para lograr una verdadera equidad de género, se requeriría de ciertas claves

necesarias para que se establezcan condiciones de igualdad entre hombres y mujeres y así erradicar o disminuir la discriminación de género en el proceso de selección. Entre ellas podemos encontrar algunos puntos principales que se tendrían que tener en cuenta como los que menciona la Escuela andaluza de salud pública. Granada;
  • Utilizar canales de comunicación de las ofertas de empleo público que faciliten el reclutamiento de mujeres en áreas o puestos de trabajo masculinizados
  • Utilización de un lenguaje verbal e icónico no sexista y no estereotipado en todos los canales utilizados
  • Articular medidas de acción positiva para romper la tradicional segregación ocupacional horizontal y vertical
  • Revisar y eliminar los sesgos de género en la definición de perfiles profesionales
  • Explicitar de forma clara, precisa y objetiva los procedimientos de selección utilizados, de manera que se reduzca al máximo la incidencia de sesgos de género en las fases y herramientas de selección de personal
  • Desagregar por sexo e incluir indicadores de género en la documentación que informe de todas las fases del proceso de selección
  • Formar y capacitar en igualdad de género a los equipos responsables de la definición de los perfiles profesionales, y los procedimientos implicados en los procesos de selección de personal
Estos criterios no siempre se tienen en cuenta en este tipo de proyectos. Por un lado, el personal que se ocupa del proceso de reclutamiento no siempre está formado en género y muchas veces están sesgados por la propia cultura y religión del entorno socio-cultural que los rodea. También, en la definición de los perfiles de puestos, existen sesgos de género. Así mismo, no se suele prestar atención a la utilización del lenguaje tanto verbal como no verbal. Pero sería fácil el juzgar la forma de trabajar en estos organismos si no se supiera con las limitaciones existentes y la dificultad de algunos contextos. Estos puntos son solo algunos de las tantas dificultades que se pueden llegar a encontrar.

En muchos países del mundo, ser mujer es una clara desventaja ante la vida. El 60% de los pobres en el mundo son mujeres, siendo junto a los niños, el sector poblacional más vulnerable. El género también determina el nivel educativo en algunas regiones del planeta, en el que dos terceras partes de adultos analfabetos en el mundo son mujeres (último informe de Naciones Unidas sobre la situación de la mujer en el mundo). Esto hace que en muchas ocasiones el reclutamiento para ciertos puestos, con visión de género resulte complejo.

Estas sociedades están envueltas en un ciclo histórico de machismo y de infravaloración de la mujer en el ámbito laboral, determinado por un contexto socio-cultural determinado. En muchas culturas, a la mujer se la relaciona exclusivamente en el ámbito doméstico, siendo el emblema de la procreación, así como en las labores del campo, limitándolas a poder ejercer otra profesión mejor posicionada y remunerada.

Así, en algunos proyectos de cooperación internacional en los cuales he participado en el proceso de reclutamiento, ha sido muy complicado o casi imposible mantener la igualdad y equidad a la hora de la elección del personal. La falta de formación superior adquirida, delimita a las mujeres a poder acceder a los puestos de decisión o más reputados, así como el número elevado de analfabetismo o las limitaciones sociales existentes, como el no poder coger una moto, el no poder dar consejos a hombres  o el poder dormir en el terreno, han dado como resultados, equipos enteros cargados de testosterona. Del mismo modo, los financiamientos que se suelen conseguir para los proyectos, suelen ser insuficientes y muy limitados en el tiempo para poder adaptar la parte operativa a las mujeres.

Desgraciadamente y muy a mi pesar, esta realidad tiene poca variación en los años venideros si no se cambian las estrategias de financiamiento con un enfoque REAL de género que empodere según el contexto a la mujer.

1 comentario:

  1. Veo que el problema de reclutamiento no es tanto una discriminación genérica (nunca mejor dicho), sino instrumental a través de las barreras de capacitación que impone la educación sexista.
    Hay mucha tarea por delante.
    Saludos.

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