jueves, 18 de febrero de 2016

APRENDIENDO A GESTIONAR LA INCERTIDUMBRE

El pasado 6 de febrero se examinaron los aspirantes a MIR (Médicos Internos Residentes) de la actual convocatoria. Este año se ofertan un poco más de seis mil plazas entre un poco más del doble de aspirantes. Para ello tuvieron que enfrentarse a un examen que como  casi siempre ha sido calificado de “raro” y “difícil”. (Desde aquí mi homenaje y reconocimiento a todos los que a través de un duro entrenamiento han llegado a la meta sin desfallecer). Cinco largas horas y doscientas treinta y cinco preguntas de respuesta múltiple, en un momento decisivo de la vida dan mucho espacio para que afloren todo tipo de emociones : desde la alegría por esa pregunta acertada con seguridad hasta la tristeza ante la ignorancia frente a otra, pasando por la desesperación que produce la duda en la mayoría de ellas.
Y traigo a colación esto porque inevitablemente, durante los años de formación como especialistas, estos nuevos aspirantes van a tener que someterse a un largo proceso de maduración personal y profesional donde la incertidumbre y la duda van a ser los únicos compañeros inseparables en el ejercicio cotidiano. Mi experiencia personal, acumulada desde hace bastante tiempo, me ha hecho comprender que madurar y crecer, en todos los aspectos de la vida es asumir la incertidumbre, convivir con la duda, optar por lo menos malo, negociar sin tregua…
Desde esta perspectiva tiene sentido la tan vilipendiada pregunta de este año sobre Juan y Sofía. Para quien no la conozca la resumo: Sofía, una adolescente de 15 años que sufrió un desmayo de tintes neuróticos, es atendida por Juan, un residente del primer año, en Urgencias…Tras la mejoría del cuadro, Sofía pregunta a Juan si puede hacerle una solicitud de amistad en Facebook…¿cuál debe ser la mejor respuesta de Juan?... (Para los que estén interesados les copio este enlace http://verne.elpais.com/verne/2016/02/10/articulo/1455102208_248714.html en donde podrán ver la repercusión de la noticia y que incluso las redes sociales la han acogido con grandes dosis de choteo carnavalesco…)
Pobre Juan si sólo ha incorporado en su formación universitaria el tradicional paternalismo en la relación médico-paciente. Pobre Juan si no ha oído hablar de los principios básicos de la Bioética: el de no-maleficencia, el de benevolencia, el de autonomía y el de justicia. Pobre Juan si no sabe de consentimientos informados, registros de últimas voluntades, limitaciones del esfuerzo terapéutico…Pobre Juan si sigue creyendo en verdades absolutas y se aferra a su posición de poder negando cualquier tipo de negociación…
Pero por otra parte… ¡qué suerte tienes Juan de poder ir incorporando todos esos grandes temas a tu formación y a tu vida!...

Si gestionar es esencialmente tomar decisiones en la incertidumbre: ¡Bienvenido Juan a la gestión, bienvenido Juan a nuestro blog!

2 comentarios:

  1. Miguel Ángel, eres un referente. Coincido en opinión con casi todas las cosas de las que hablamos. Eso denota que eres mucho más joven de espíritu de lo que marca el calendario o que mi espíritu está un poco más viejo de lo que debiera para mi edad. O probablemente una mezcla de ambas. Un abrazo compañero!!

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  2. Me ha encantado Miguel Ángel. Contenido y forma, expresión y fondo. Interesante pregunta donde las haya.
    Un abrazo!

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