sábado, 13 de febrero de 2016


                     Descentralización e Igualdad sanitaria: compatibles o antagónicas

La Constitución Española  de 1978 reconoció el derecho a la protección de la salud de todos los ciudadanos, a la vez que diseñó una nueva organización territorial del Estado que posibilitaba la asunción por las Comunidades Autónomas (CCAA) de competencias en materia de sanidad, reservando para estas, la regulación de las bases y la coordinación general de la misma.
En 2002 concluyó el proceso de descentralización iniciado en 1981, cuyo objetivo era la obtención de un Sistema Nacional de Salud con autonomía sanitaria en las diecisiete comunidades autónomas españolas.
En este marco, en 2003 se aprobó La Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud[1] (SNS) para asegurar a los ciudadanos el derecho a la protección de la salud y garantizar la equidad, la calidad y la participación social en el Sistema Nacional de Salud .
Esta ultima ley, definió de manera muy genérica el catálogo de prestaciones básicas y comunes a todo el SNS, con responsabilidad financiera de las comunidades autónomas: prestaciones de salud pública, atención primaria, atención especializada, prestación farmacéutica ect[2]...


             El principal problema al que nos enfrentamos, es el de la ampliación del catálogo por parte de las CC AA[3]  no siendo homogénea, reflejando claras diferencias entre las que han añadido bastantes mejoras a las prestaciones básicas y otras que no han añadido ninguna.
Ya desde principios de los noventa, el País Vasco y Navarra se diferenciaban de forma positiva en su catálogo de prestaciones al cubrir la atención dental infantil cuando ninguna otra comunidad lo hacia. Actualmente aún existe una oferta diferente entre territorios traduciéndose en desigualdades en los niveles de salud bucodental infantil.
En cuanto al consumo de tabaco, cada comunidad autónoma implementa sus programas. No en todas las CC.AA se financian los tratamientos farmacológicos. A método de ejemplo, en Navarra, La Rioja, Extremadura y Madrid se financian los productos para la deshabituación tabáquica a toda la población que lo desee, mientras que en Cantabria y Cataluña solo a determinados colectivos.
En España existen tantos calendarios vacunales como comunidades autonómicas. Cada gobierno regional, en función de sus recursos económicos o de sus prioridades, complementa el calendario de vacunación como quiere. Las decisiones tomadas a la hora de concretar qué vacunas sí y cuáles no incorporar al calendario, son principalmente de carácter economicista.
Estas diferencias se pueden explicar en parte por la descentralización, independencia financiera de las comunidades que responden del 90 por 100 del gasto sanitario[5]. Cada Comunidad Autónoma decide según sus necesidades y prioridades sanitarias, la utilización de sus recursos.
Si en 2013 el país Vasco se gastaba 1620.7 euros de gasto sanitario por persona protegida,  en Andalucía se gastaban 1.182,2 euros[6], una diferencia de 27%. Pero gastar más no necesariamente implica gastar mejor y habría que tener en cuenta determinantes sociales como los gastos en educación, protección social y muchos mas parámetros para poder hacer una correspondencia entre los gastos y la calidad de la salud.
Si miramos los informes de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) sobre la Situación Sanitaria en las CC.AA, podemos resaltar que las 2  últimas comunidades  son las mismas en todos los informes, Canarias  y Valencia. Los primeros puestos en los cinco últimos años los ocupan las mismas CC.AA[7] con cambios en las posiciones relativas. La clasificación se lleva a cabo mediante escalas que miden: la financiación, políticas farmacéuticas o la valoración de los ciudadanos a través de criterios como el gasto per cápita, número de camas por habitante, tarjetas sanitarias individuales, gasto farmacéutico o satisfacción personal entre otros muchos.
            Abundantes son las diferencias en la provisión de servicios sanitarios, desde los medicamentos y vacunas, prestaciones ortoprotésicas, la atención con anestesia epidural, la inclusión de las operaciones de cambio de sexo, las listas de esperas....por no hablar de las diferentes formulas privatizadoras de de las CCAA, las cuales han ido en aumento desde los anos 90.

Estas diferencias son obvias, ya que la descentralización política y económica permite a cada CC.AA adaptar los servicios sanitarios a sus necesidades, determinar sus propias prioridades y así mejorar la eficiencia, segun dicen. La equidad e igualdad parecen opuestas con la descentralización. Por lo tanto yo me pregunto si, ¿ se puede conciliar la demanda cada vez mas grande de autonomía en la gestión de las comunidades autónomas en materia de sanidad y la igualdad entre comunidades ?. Como lo hemos visto anteriormente, el SNS busca garantizar una equidad, calidad, seguridad y efectividad mínima de la asistencia sanitaria, que debe ser la misma, independiente del lugar de residencia de los ciudadanos. Pero habría que plantearse si esos requisitos mínimos son suficientes o no. Si no se puede exigir la homogeneidad de todas las CC.AA respetando sus autonomías y personalidad juridica, economica, presupuestaria y patrimonial, sí se pueden revisar y mejorar los requisitos comunes del SNS para evitar que poblaciones de ciertas CC.AA se vean perjudicados frente a los de otras, implantando medidas de regulación y ampliando los criterios básicos requeridos para mejorar de esta manera los servicios mínimos y por tanto disminuir las desigualdades entre ellas. Asi mismo dentro del Ministerio y con la participacion de todas las CCAA, existe el consejo territorial de sanidad con la finalidad de promover la cohesion y la calidad del sistema, pero que parece ser, es un organo fantasma del sistema.


[1] (Ley 16/2003, de 28 de mayo),
[2] Desigualdades territoriales en el Sistema Nacional de Salud (SNS) de España
[3] Comunidades Autónomas
[4] Vacuna antineumocócica
[5] Informe 01|2010 Desarrollo Autonómico, Competitividad y cohesión social en el sistema sanitario. http://www.ces.es/documents/10180/18510/Inf0110
[7] P. Vasco, Navarra, Aragón, Asturias, C y León

3 comentarios:

  1. Es escandalosa la disparidad de cartera de servicios de cada Comunidad Autónoma. Para la mi la más flagrante la del calendario vacunal...parece como que se quisiera profundizar en las iniquidades sociales en vez de resolverlas...Paciencia. Saludos.

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  2. Probablemente hay ciertos temas en los que deberíamos ir todos al mismo paso sin que ello conlleve un detrimento de la autonomía. Es sencillamente comunicación y solidaridad. ¿Solidari...que? Menudo palabro...

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  3. Efectivamente Amparo, la desigualdad en el acceso y prestaciones es una realidad en nuestro SNS. Un sistema sanitario que, en su concepción, cooperación + coordinación eran garantes de la cohesión. Además, como indicas, la configuración del Consejo Interterritorial del SNS sigue planteando
    problemas que impiden que funcione "de verdad" como elemento cohesionador
    del sistema sanitario. A pesar de los problemas que presenta, y como refiere Álvarez González E.M. en un trabajo, "... lo más paradójico del debate político sobre la sanidad en España es que, siendo tan reales los problemas del SNS, el discurso sanitario esté tan dominado por temas que, más que sus problemas, constituyen, por el contrario, sus rasgos más positivos y los activos fundamentales ... como: la financiación de la asistencia sanitaria a través de impuestos, la cobertura universal de la misma, la provisión predominantemente pública, y unas prestaciones que dan acceso a todos los servicios de la medicina moderna sin coste para el paciente. Todos estos rasgos son extraordinariamente positivos, y sobre ellos es posible organizar y gestionar un SNS moderno, eficiente, equitativo y de excelente nivel de calidad". Felicidades Amparo!

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