jueves, 24 de marzo de 2016

¡¡NO MÁS QUEJAS!!

-Porque todos somos un 10-


Somos una sociedad muy curiosa. Nunca, en toda la historia humana, toda una sociedad ha tenido la libertad y el poder que hoy día se tiene en el mundo industrializado; nunca, en toda la historia, la longevidad ha sido tan elevada; y tampoco nunca, hemos estado tan impasibles ante la injusticia.

No podemos cambiar el código postal en el que nacemos, somos sociedades creadas con un sentido, un eje que coloca su mirada hacia donde todos debemos observar. 

En todos estos años venideros hemos modificado muchos conceptos y realidades, algunas para mejor y otras, por desgracia, no tanto. Hay una que bajo mi punto de vista merece una observación detallada.

- Queremos alejar la muerte de nuestro camino lo más que podamos. -
 Una sociedad donde el individuo, en todo su ser (individual, personal  e intransferible) decide que lo más importante es el Yo, uno mismo, "estar bien con uno mismo para poder estar bien con los demás".

¿Qué sucedería si nos quitan nuestra libertad? ¿Nuestra vida?
Parece que nunca haya pasado o que no esté sucediendo hoy día que hayan vidas raptadas, obligadas a vivir en situaciones "inhumanas" por las que ninguno de nosotros, lectores, bloggeros e internautas estaríamos dispuestos a reemplazar.

Pero esta vida tiene un coste de oportunidad. Y es que el código posta con el que nacemos también nos regala, de paso, ese enorme coste.

Sociedad decadente, pesimista de su vida deseante de una estrella que la ilumine, tal magos en oriente. La infelicidad se ha apiadado de esta incesante angustia. Y es que, si nos ofrecen catalogarnos en un estado de salud personal entre 1 y 10 (como barómetro) tenderemos a ir a centro.
- "Un 7, porque siempre podría estar mejor".
-"Un 5, porque no estoy tan mal como para suspenderme".
-"Un 8, porque me encuentro bien, aunque nunca perfecto".
"PERFECTO" Vaya palabra se sacaron del diccionario. Perfecto, del latín perfectus, que tiene el mayor grado posible de bondad o excelencia en su línea. Que posee el grado máximo de una determinada cualidad o defecto.1

El ideal inalcanzable, lo más puro, lo más bello. ¿Pero no describía así Spinoza al ser humano?
Somos creadores de nuestros actos y sin embargo nos alejamos cada vez más de esa responsabilidad.

¿Qué es la queja?
La versión degrada de la sublevación, el discurso democrático por excelencia en una sociedad que nos permite vislumbrar lo imposible (la fortuna, la expansión, la felicidad) y nos invita a no declararnos nunca satisfechos con nuestro estado. Quejarse es una manera reticente de vivir, de sacar partido de nuestro hastío, de nuestro abatimiento. 2

"Conozco a un inglés" como decía Goethe, "que se ahorcó para no tener que vestirse cada mañana".

Pero la queja también es una discreta llamada de socorro: para impedir que un malestar degenere en sufrimiento basta a veces con una oreja que escuche.

Para determinadas personas, la queja es una forma de vida, y la verdadera vejez, la de la mente, empieza cuando, a los veinte o sesenta años, uno ya es solo capaz de intercambiar con los demás pesares y gemidos, siendo el mejor medio de no hacer nada para cambiarla. 2

¿Por qué nuestro egoísta ser intrínseco acepta que se incremente cada año nuestra cartera de servicios sanitarios  mientras que en otros países (vecinos incluso), no tienen ni lo básico?

¿Qué valores éticos queremos transmitir? Ahora bien, ¿cómo un/a gerente, persona responsable en un mundo irresponsable, puede hacer algo bueno por los demás?


Bibliografía de interés:
1. RAE. Visitado a 11 de mayo de 2016, en: dle.rae.es
2. Bruckner, P (1996). La tentación de la inocencia. Ed Anagrama.

1 comentario:

  1. Estupendo ensayo el de Pascal Bruckner "La tentación de la inocencia" en donde entre otras cosas habla del narcisismo de la sociedad actual y de su incapacidad de empatía. Por otro lado la queja, tan de moda en nuestra sociedad infantilizada, en psicología transpersonal es la táctica empleada por el ego para autoperpetuarse y ganar "importancia"...Ya sabes mucho mindfulness o meditación para trascender ese ego que nos paraliza y nos aísla.
    Saludos.

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