sábado, 5 de marzo de 2016



Vacunación, teoría versus práctica

 

La inmunización es una de las intervenciones de salud pública más costo-eficaz y que más éxito ha tenido en todas las épocas. Previene enfermedades debilitantes y discapacidades y salva millones de vidas cada año.

En ciertos países las vacunas infantiles no suscitan muchos debates ya que se integran en el calendario de vacunas del seguimiento del niño en el centro de salud. Pero si el nivel de cobertura de vacunación es bajo y además el país carece de infraestructura sanitaria adecuada para la aplicación sistemática de vacunas, se llevan a cabo las campañas de vacunación nacional con el objetivo de vacunar al mayor número de niños en una puesta en marcha de 3 a 5 días.

 

En 1974 la OMS junto a UNICEF lanzo el Programa ampliado de Inmunizaciones contra 6 enfermedades: Difteria, tétanos, tosferina, poliomielitis, sarampión y tuberculosis. Así mismo en 1990 continuo la directiva para: « Erradicar la poliomielitis, eliminar el sarampión y, controlar el tétanos neonatal» .En el año 2000 se establecieron los Objetivos de Desarrollo del Milenio 2000-2015, en el que se pensaban lograr reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años a través del PAI[1]. Durante estos 15 años, en 2005 se lanzó la iniciativa de la Visión y Estrategia Mundial de Inmunización (GIVS)[2] y en 2012 se adoptó el Plan de Acción Mundial sobre Vacunas, proponiendo que el periodo 2011 a 2020 sea el «Decenio de las Vacunas».

Al no haberse alcanzado la cobertura vacunal esperada por los ODM[3] hasta el año 2015 , en 2016 se han establecido los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible a lograr en el 2030, ya que el informe de evaluación, la OMS4, admitía que los objetivos de su plan para 2015 estaban lejos de conseguirse.

 

    Al parecer la inmunización ocupa un lugar central así como una herramienta primordial para lograr la lucha contra la pobreza y la reducción de la morbi-mortalidad.

 

La Proliferación de documentos estratégicos, directivas, reuniones y asambleas que surgen sucesivamente como si cada uno fuese el primero de su ámbito, nos confirma que la vacunación está en el centro de todos los planes de desarrollo. El objetivo común de todos los documentos y debates, es mejorar la cobertura de la vacunación, siendo la única variación, la fecha del alcance de este objetivo, los cuales cada vez se posponen.

Me pregunto cuales es el coste intrínseco de la realización de estos documentos. Las reuniones, asambleas, atelier de trabajo de gente de alto nivel que reflexione, que diseñen la mejor estrategia para conseguir los objetivos propuestos por el dicho documento, los informes de evaluación…. Lejos de juzgar la realización de estos trabajos y el coste que tiene que suponer, me pregunto cuál será la relación entre el presupuesto gastado para diseñar las estrategias y el presupuesto utilizado para la parte operacional y de las mismas campañas de vacunación en el terreno.

 

Según el documento de evaluación del PAMV[4], el número de niños sin vacunar se mantiene en 22 millones, más o menos como desde hace 6 años. Según la estimación más reciente de la OMS, cada año mueren 1,5 millones de niños por causa de enfermedades que pueden evitarse fácilmente con vacunas que ya existen. Más del 60% de estos niños viven en solo 10 países[5].

 

 Se trata de una inequidad atroz. Una pequeña proporción de niños no reciben las vacunas básicas, baratas y salvadoras que en otras partes se dan por descontadas. Otros niños reciben algunas dosis, pero el mal funcionamiento del sistema asistencial ocasiona que no se les administren con seguridad todas las necesarias.

¿Por qué con todas las estrategias establecidas, siendo el centro de atención de las grandes cumbres sobre el desarrollo, siguen habiendo tantos niños sin vacunar? Se trata de un problema de planificación y/o gestión, o quizás económicas y/o políticas?

Sencillamente porque entre otros factores, queda mucho por hacer en la práctica. Mi pequeña experiencia me ha permitido el poder participar en alguna campaña de vacunación nacional en algún país en vías de desarrollo, permitiendo ver y comprobar el camino que queda por hacer. Movilizaciones sociales inexistentes, cambio de fechas el mismo día a pesar de que cierta parte de la población estaban esperando en sus casas, personal no preparado para la administración de las vacunas, cadena de frio rota en el proceso o en algunos casos inexistentes. La falta de comunicación a los padres sobre el proceso y las posibles reacciones o efectos secundarios que pueden tener los niños tras la vacunación es un tema muy importante, ya que surgen los rumores, como que les están inyectando veneno a sus hijos o un producto para que se vuelvan estéril. Este es un problema real y tan importante que el consejo de los SAGE[6], osea los expertos en asesoramiento estratégico han hecho un informe sobre este tema estableciendo una estrategia para poder hacer frente a este problema. Por último y no menos importante la falta de planificación entre organizaciones, así como un financiamiento escaso y/o no bien distribuido. Estas barreras hacen que la cobertura de estas campañas de vacunación a veces no llegue ni al 30%, teniendo que ser como mínimo del 80% según la OMS.

 

 No se puede negar que la vacunación es uno de los mayores éxitos de la salud pública. Ha permitido erradicar la viruela en 1980 y reducir la incidencia mundial de poliomielitis en un 99% así como otras enfermedades como el sarampión, la difteria, la tos ferina, el tétanos y la hepatitis B. La tasa de cobertura en los años 70 era inferior al 5% siendo actualmente del 80% a nivel mundial. Esto significa que 8 de cada 10 niños del planeta están protegidos contra seis enfermedades infantiles, evitando así 3 millones de muertes prematuras cada año. Lo único malo es que los 20% restantes se concentran en un grupo de países muy reducidos.

Si en teoría las estrategias están escritas hasta 2030, los esfuerzos deberían centrarse en mejorar la parte asistencial de estas campañas de vacunación para intentar aumentar la cobertura de las zonas más vulnerables, del mismo modo mejorar y aumentar las infraestructuras y los recursos de la asistencia sanitaria asi como la provision de vacunas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



[1] Programa Ampliado de Inmunización
[2] Estrategia GIVS Es el primer marco estratégico a 10 años (2006-2015) para responder a los retos de la inmunización y combatir las enfermedades prevenibles con vacunas en todo el mundial: Junta de la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización
[3] Objetivos Del Milenio
[4] Plan de Acción Mundial para la Vacunación
[5] Africa del Sud, l’Etiopia, l’India, l’Indonesia, l’Iraq, le Nigeria, l’Ouganda, Pakistan, Filipinas y la RDC
[6] Grupo de Expertos de asesoramiento estratégico sobre inmunización.

1 comentario:

  1. A vueltas con las iniquidades y la prevención primaria. Efectivamente el mayor logro de la Medicina Preventiva son las vacunas, tan poco reconocidas en los países desarrollados y tan indispensables en los eufemísticamente llamados países en vías de desarrollo...Escandaloso que la única medida indiscutiblemente efectiva y eficiente en salud no llegue a esas bolsas de pobreza que tanto las necesitan.
    Saludos.

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