Vacunación, teoría versus
práctica
La inmunización es una de las intervenciones de salud
pública más costo-eficaz y que más éxito ha tenido en todas las épocas.
Previene enfermedades debilitantes y discapacidades y salva millones de vidas
cada año.
En
ciertos países las vacunas infantiles no suscitan muchos debates ya que se
integran en el calendario de vacunas del seguimiento del niño en el centro de
salud. Pero si el nivel de cobertura de vacunación es bajo y además el país
carece de infraestructura sanitaria adecuada para la aplicación sistemática de
vacunas, se llevan a cabo las campañas de vacunación nacional con el objetivo
de vacunar al mayor número de niños en una puesta en marcha de 3 a 5 días.
En
1974 la OMS junto a UNICEF lanzo el Programa ampliado de Inmunizaciones contra
6 enfermedades: Difteria, tétanos, tosferina, poliomielitis,
sarampión y tuberculosis. Así mismo en 1990 continuo la
directiva para: « Erradicar la poliomielitis, eliminar el sarampión y, controlar
el tétanos neonatal» .En el año 2000 se establecieron los Objetivos de
Desarrollo del Milenio 2000-2015, en el que se pensaban lograr reducir la
mortalidad de los niños menores de 5 años a través del PAI[1]. Durante estos 15 años, en
2005 se lanzó la iniciativa de la Visión y Estrategia Mundial de Inmunización (GIVS)[2] y en 2012 se adoptó el
Plan de Acción Mundial sobre Vacunas, proponiendo que el periodo 2011 a 2020
sea el «Decenio de las Vacunas».
Al no haberse alcanzado la cobertura vacunal esperada
por los ODM[3] hasta el año 2015 , en
2016 se han establecido los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible a lograr en
el 2030, ya que el informe de evaluación, la OMS4, admitía que los objetivos de
su plan para 2015 estaban lejos de
conseguirse.
Al parecer la inmunización ocupa un lugar
central así como una herramienta primordial para lograr la lucha contra la
pobreza y la reducción de la morbi-mortalidad.
La
Proliferación de documentos estratégicos, directivas, reuniones y asambleas que
surgen sucesivamente como si cada uno fuese el primero de su ámbito, nos
confirma que la vacunación está en el centro de todos los planes de desarrollo.
El objetivo común de todos los documentos y debates, es mejorar la cobertura de
la vacunación, siendo la única variación, la fecha del alcance de este
objetivo, los cuales cada vez se posponen.
Me
pregunto cuales es el coste intrínseco de la realización de estos documentos.
Las reuniones, asambleas, atelier de trabajo de gente de alto nivel que
reflexione, que diseñen la mejor estrategia para conseguir los objetivos
propuestos por el dicho documento, los informes de evaluación…. Lejos de juzgar
la realización de estos trabajos y el coste que tiene que suponer, me pregunto
cuál será la relación entre el presupuesto gastado para diseñar las estrategias
y el presupuesto utilizado para la parte operacional y de las mismas campañas
de vacunación en el terreno.
Según
el documento de evaluación del PAMV[4], el número de niños sin
vacunar se mantiene en 22 millones, más o menos como desde hace 6 años. Según
la estimación más reciente de la OMS, cada año mueren 1,5 millones de niños por
causa de enfermedades que pueden evitarse fácilmente con vacunas que ya
existen. Más del 60% de estos niños viven en solo 10 países[5].
Se trata de una inequidad atroz. Una pequeña
proporción de niños no reciben las vacunas básicas, baratas y salvadoras que en
otras partes se dan por descontadas. Otros niños reciben algunas dosis, pero el
mal funcionamiento del sistema asistencial ocasiona que no se les administren con
seguridad todas las necesarias.
¿Por
qué con todas las estrategias establecidas, siendo el centro de atención de las
grandes cumbres sobre el desarrollo, siguen habiendo tantos niños sin vacunar?
Se trata de un problema de planificación y/o gestión, o quizás económicas y/o
políticas?
Sencillamente
porque entre otros factores, queda mucho por hacer en la práctica. Mi pequeña experiencia me ha
permitido el poder participar en alguna campaña de vacunación nacional en algún
país en vías de desarrollo, permitiendo ver y comprobar el camino que queda por
hacer. Movilizaciones sociales inexistentes, cambio de fechas el mismo día a
pesar de que cierta parte de la población estaban esperando en sus casas,
personal no preparado para la administración de las vacunas, cadena de frio rota en el proceso o en
algunos casos inexistentes. La falta de comunicación a los padres sobre el
proceso y las posibles reacciones o efectos secundarios que pueden tener los
niños tras la vacunación es un tema muy importante, ya que surgen los rumores,
como que les están inyectando veneno a sus hijos o un producto para que se
vuelvan estéril. Este es un problema real y tan importante que el consejo de
los SAGE[6], osea los expertos en
asesoramiento estratégico han hecho un informe sobre este tema estableciendo
una estrategia para poder hacer frente a este problema. Por último y no menos importante
la falta de planificación entre organizaciones, así como un financiamiento
escaso y/o no bien distribuido. Estas barreras hacen que la cobertura de estas
campañas de vacunación a veces no llegue ni al 30%, teniendo que ser como
mínimo del 80% según la OMS.
No se puede negar que la
vacunación es uno de los mayores éxitos de la salud pública. Ha permitido
erradicar la viruela en 1980 y reducir la incidencia mundial de poliomielitis
en un 99% así como otras enfermedades como el sarampión, la difteria, la tos
ferina, el tétanos y la hepatitis B. La tasa de cobertura en los años 70 era
inferior al 5% siendo actualmente del 80% a nivel mundial. Esto significa que 8
de cada 10 niños del planeta están protegidos contra seis enfermedades
infantiles, evitando así 3 millones de muertes prematuras cada año. Lo único
malo es que los 20% restantes se concentran en un grupo de países muy reducidos.
Si en teoría
las estrategias están escritas hasta 2030, los esfuerzos deberían centrarse en
mejorar la parte asistencial de estas campañas de vacunación para intentar
aumentar la cobertura de las zonas más vulnerables, del mismo modo mejorar y aumentar
las infraestructuras y los recursos de la asistencia sanitaria asi como la provision de vacunas.
[1] Programa Ampliado de Inmunización
[2] Estrategia GIVS Es el primer marco estratégico a 10
años (2006-2015) para responder a los retos de la inmunización y combatir las
enfermedades prevenibles con vacunas en todo el mundial: Junta de la Alianza
Mundial para Vacunas e Inmunización
[3] Objetivos Del Milenio
[4] Plan de Acción Mundial para la Vacunación
[5] Africa del Sud, l’Etiopia, l’India, l’Indonesia,
l’Iraq, le Nigeria, l’Ouganda, Pakistan, Filipinas y la RDC
[6] Grupo de Expertos de
asesoramiento estratégico sobre inmunización.
A vueltas con las iniquidades y la prevención primaria. Efectivamente el mayor logro de la Medicina Preventiva son las vacunas, tan poco reconocidas en los países desarrollados y tan indispensables en los eufemísticamente llamados países en vías de desarrollo...Escandaloso que la única medida indiscutiblemente efectiva y eficiente en salud no llegue a esas bolsas de pobreza que tanto las necesitan.
ResponderEliminarSaludos.